domingo, 22 de noviembre de 2015

Un giro inesperado (entrada extra)

     Anastasio preparó un gran banquete en Chiassi, al cual acudieron familiares, amigos y conocidos suyos y de su amada, la cual también estaba presente. Al celebrarse en viernes, la idea de este era alargarlo hasta las cinco de la tarde, cuando irrumpirían el fantasma de la mujer desnuda, los perros y el perseguidor. Anastasio pensaba que su amada, viendo esta escena, se asustaría tanto que aceptaría a casarse con él para no sufrir su mismo castigo. Sin embargo, no contaba con la aparición de otro fantasma.

     Todos se estaban divirtiendo cuando a Anastasio le pareció percibir una sombra entre los árboles del bosque. Pensó que ya se acercaba el momento de la persecución, e inevitablemente esbozó una sonrisa. Su plan iba a empezar muy pronto.


     Nadie sospechaba lo que estaba a punto de ocurrir. Ya habían dado las cinco de la tarde cuando se oyeron los gritos de una mujer. Todo el mundo se alertó, y comenzaron a buscar el origen de esos gritos, y lo encontraron a lo lejos, corriendo hacia la gran mesa. Una mujer desnuda gritaba mientras era perseguida por dos perros y un hombre a caballo, en cuyo rostro se mostraba la furia hacia esa mujer. Todos los asistentes, alarmados, mostraron su sorpresa gritando e intentando parar al fantasma a caballo. "¿Qué ocurre? ¿Por qué la persigue?", se preguntaban algunos, mientras otros desenvainaban las espadas o cogían ramas de los árboles para intentar detenerle.


     Anastasio trató de calmarlos, diciéndoles que no ocurría nada, que solo eran fantasmas, tratando de serenar al tumulto y de imponer orden. Al no poderse oír apenas su voz, no consiguió sino alterarles más. El fantasma del caballo se libró de todos los obstáculos que tenía en su camino hasta alcanzar a la perseguida. Finalmente, cogió su brazo y la derribó. Aquel que había organizado todo ese espectáculo andaba sonriendo tras ver la cara de preocupación de su amada, y tenía una sonrisa de oreja a oreja.


    Sin embargo, ninguno de los presentes, ni siquiera Anastasio, esperaba lo que iba a acontecer justo después. Justo unos segundos antes de que el despechado abriese a la mujer en canal para arrancarle su corazón, apareció montada en un corcel marrón una mujer, la cual gritó "¡Alto!", e hizo que todos pararan de gritar, que el desengañado se diera la vuelta, e incluso que los perros dejaran de morderla.


     -¿Crees que has ganado esta batalla, cobarde?-, le dijo la mujer al jinete - ¡pues no! No al menos mientras yo esté aquí. ¿Crees que mereces arrancarle el corazón a una mujer por no corresponderte? Me parece que estás siendo un tanto hipócrita. Si realmente la quieres, no deberías perseguirla, ni humillarla, ni hacer que huya pidiendo socorro por todo el bosque, ni arrancarle el corazón-.


    -Recibirá su merecido. Ella me arrancó el corazón a mí primero-. Dijo el jinete, volviendo a su tarea y a punto de cortar a la amada por la espalda. Todos los que estaban presenciando la escena le cogieron por los brazos y le pararon. El fantasma de la mujer, entonces, se bajó de su caballo y fue corriendo donde estaban ellos, y cogió a la muchacha, llevándosela a su caballo. Anastasio estaba muy preocupado, sus planes estaban fracasando, y se podía ver la frustración en sus facciones. Sin embargo, una mueca similar a una sonrisa apareció de repente en la boca de la amada del mismo.


    -Nadie merece ser castigado por sus sentimientos. ¡Nadie! Por adversos que sean a los tuyos, no puedes castigar a otra persona. Manteneos firmes, no tengáis miedo de ser castigados, pero sed fieles a vuestros valores-, dijo finalmente el fantasma, mientras desaparecía, salvando a la mujer de ser arrebatada de su corazón. Todos los asistentes al banquete celebraron que se hubiera salvado, y los hombres ataron al fantasma en un árbol no muy lejano.


    -¡¿Pero no veis que estamos cambiando los acontecimientos?! Son fantasmas, y este es su destino. Esa mujer merece ese castigo, por no corresponder al jinete. ¿No lo veis? Esa mujer se ha portado mal. Amada mía, si no aceptas y te casas conmigo, sufrirás el mismo destino que ella, y esta vez no habrá otro fantasma que te salve de ser arrebatada de tu corazón. Prometo que no pararé hasta arrancártelo-, le dijo Anastasio a su amada, frustrado por el giro repentino de los acontecimientos.


    -Para eso, primero debería morir de pena por tu muerte. Y eso jamás ocurrirá-, y girándose a sus amigas y familiares, les dijo-. Ahora, vayámonos. Me parece que Anastasio necesita descansar y replantearse muchos asuntos.


    Y nuestro protagonista se apartó por siempre de su amada, com
prendiendo que su amor era imposible y que jamás eso iba a cambiar.



4 comentarios:

  1. Que cambio más inesperado me ha gustado mucho no pensaba que tendría otro final tan cambiado.

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    1. Gracias por comentar. Pensé que sería buena idea cambiar el rumbo de la historia y, por tanto, el final.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. I <3 it Javichuuu tenemos un pensamiento literario muy parecido!

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